La Casa de Fëanor

Donde sabremos del despertar de Sauron tras su derrota a fines de la tercera edad y como los Hijos de Fëanor decidirán crear la Comunidad del Anillo.


Maglor estudió el antiguo texto detenidamente antes de anunciar: “Si Sauron ha vuelto a despertar de verdad, deberán enviarse nueve caminantes para hacer frente a los nueve jinetes del mal.”

“Iremos nosotros, por supuesto.” dijo Celegorm. “No hay nadie más que pueda hacer frente a semejante empresa.”

“Y tenemos cierta experiencia afrontando empresas difíciles, ¡qué duda cabe!” añadió Caranthir.

”Nosotros también somos jinetes” dijo Curufin, con desdén, “Ciertamente, estoy seguro que somos mejores jinetes que esos espectros.”

”Sin problemas. Seremos los Nueve Jinetes de la Luz contra los Nueves Jinetes de la Oscuridad” dijo Maedhros suavemente. Aunque escoger a la Compañía no era más que un simple trámite, sus hermanos parecían muy ansiosos por reforzar la fama de los Noldor. O mas bien de los Feanorianos.

“Los Nueve Jinetes de la Luz” repitió Amras. Asintió y sus grandes, oscuros ojos, brillaron alegremente. “Ya tenemos siete”.

“¿Y quién será el Portador del Anillo?” añadió Amrod.

”Soy el mayor, así que seré el que lleve el anillo cuando llegue el momento.” dijo Maedhros. “Todavía nos falta encontrar dos más. A éstos, los consideraré después.” Sus hermanos se miraron entre sí con una sensación de dejá-vu: Maedhros, una sima de fuego y una joya.

”¡Pero entonces no habrá sitio para mí!” Celebrimbor protestó. “¡No quiero que me dejeis atrás, quiero ir con vosotros!”.

”Esto es porque no entiendes, ni alcanzas a imaginar, lo que nos espera por delante” dijo Maglor.

”Ahórratelo, tío. Yo forjé los Tres Anillos que nunca fueron tocados por el Señor Oscuro, y él me desolló y utilizó mi piel como estandarte cuando no quise revelarle donde estaban.” dijo Celebrimbor. “No hice ningún Juramento como vosotros, pero no soy menos valiente que los Hijos de Fëanor.”

”Que así sea. Vendrás.” dijo Maedhros.

“Entonces una cosa más.” dijo Caranthir. “¿Quién nos acompañará para asaltar la Torre Oscura y abrirnos paso hasta el Monte del Destino?”

“¿Tiene que ser necesariamente un Elfo?” preguntó Celegorm.

“No. Podemos elegir a cualquiera de entre los Pueblos Libres del mundo” contestó Maglor.

“Entonces, escojo a Huan el Sabueso” Celegorm sonrió, malvadamente. “Esto hará la situación lo suficientemente injusta.. para Sauron. Le va a entusiasmar.”

“Ahora la cuenta de los nueve está completa. En siete días, partirá la Comunidad” anunció Maedhros.

Curufin, incapaz de mostrar su rostro impasible por más tiempo, cayó al suelo, riendo a carcajadas. “¡Seremos la Comunidad del Anillo!”.

”Sí. En cuanto tengamos el anillo” contestó Maglor.

“Y al primero que se le ocurra hacer un Juramento” Maedhros miró a sus hermanos, “se las verá conmigo. ¿Entendido?”

Nadie contestó.

* * *

Próximo Capítulo:

Capítulo 2: Las Casas de Fingolfin y Finarfin
Donde los Hijos de Fingolfin sabrán de la Comunidad de sus primos fëanorianos y formarán su propia Comunidad del Anillo junto con los Hijos de Finarfin.

Etiquetas: relatos La Comunidad de los Elfos